Las exigencias actuales para mejorar la inocuidad alimentaria y reducir los antibióticos en la avicultura exhortan al control de los siguientes parámetros clave: modulación inmune, mejor respuesta vacunal, integridad intestinal y control de patógenos. Esto con la finalidad de monitorear una buena rentabilidad y sustentabilidad, y preservar al mismo tiempo el bienestar animal.

La selección genética ha permitido que el sector avícola logre pollos más pesados. Las aves se seleccionan por su capacidad de crecimiento, pero también por su mayor consumo de alimento. Mientras tanto, el 70 % de la capacidad del sistema inmunitario de las aves está concentrada alrededor o en el intestino, es decir, en el tejido linfoide asociado al intestino (TLAI), las placas de Peyer, el bazo, el hígado, y la bolsa de Fabricio. Es por tanto fundamental mantener la salud intestinal de las aves, pues esta impacta su estado inmunitario dado los diferentes desafíos y transgresiones de la digestión y la absorción.

La industria también ha explorado la posible inclusión de productos a base de levaduras en los alimentos para reforzar las defensas naturales de las aves. Se sabe que las fracciones de levaduras como Safmannan^® influyen positivamente en la microflora y morfología intestinales, así como en la inmunidad.

Cuando se trata de reducir antibióticos, la palabra clave para el futuro de la producción animal es la «prevención»: es necesario un buen manejo de la producción, un alto nivel de bioseguridad y una gran calidad del alimento para prevenir los trastornos fisiológicos y producir aves más saludables, más resistentes y por ende, con menor probabilidad de necesitar antibióticos. Las bacterias probióticas y las soluciones a base de levaduras desempeñan un papel cada vez más importante en la reducción de antibióticos en la industria avícola.

En lo que respecta a la producción avícola, la contaminación por Salmonella es uno de los principales problemas de inocuidad alimentaria. La Salmonella es responsable cada año de más de 91,000 casos de enfermedades de origen alimentario en Europa y de aproximadamente 1 millón en Estados Unidos. La salmonelosis es la segunda infección gastrointestinal ocasionada por un patógeno de origen alimentario más notificada, por detrás de la campylobacteriosis y los mayores niveles de muestras con resultados positivos a salmonella provienen de la avicultura.

Para disminuir las enfermedades de origen alimentario ocasionadas por la carne de aves o el huevo, Phileo brinda soluciones efectivas, como el Programa Salmo-control, que previene los riesgos de contaminación por Salmonella.

El estrés por calor tiene consecuencias adversas en la calidad de la carne El estrés por calor antes del sacrificio acelera el inicio del rigor mortis, reduce la capacidad de retención del agua e incrementa la palidez de la carne de las aves. Esto resulta en productos de calidad inferior que no tienen buena aceptación por parte del consumidor. La nutrición es el principal factor en el manejo del estrés por calor de los pollos de engorde. Safmannan^® es clave para un manejo avanzado del estrés por calor en pollos de engorde.

Al proteger la integridad intestinal, reducir la translocación de patógenos bacterianos y limitar la producción de citocinas proinflamatorias, Safmannan^® puede mitigar los efectos perjudiciales del estrés por calor en pollos, pero manteniendo el desempeño del crecimiento y la supervivencia de las aves bajo condiciones de estrés.