El ganado de carne se desteta y cría con pastura hasta alcanzar el peso corporal suficiente para trasladarlo a un corral de engorde para finalización. Antes del corral, su dieta se compone principalmente de pasto con un algo o nada de concentrados. Al llegar al corral de engorda, los terneros necesitan transicionar a una dieta alta en concentrados, proceso que requiere de la adaptación de la población bacteriana ruminal. Se considera que este cambio necesita un mínimo de 14 días para lograr un equilibrio bacteriano ruminal óptimo y evitar trastornos ruminales, como la acidosis.
Los ácidos orgánicos son metabolitos normales de fermentación ruminal en el que la bacterias ruminales metabolizan los carbohidratos a ácidos orgánicos (AGV y lactato). Los ácidos grasos volátiles (AGV) los usa el animal como fuente principal de energía. Ya que el objetivo de la fase de corral de engorde es finalizar al ganado con una dieta alta en granos, después del anterior régimen a base de forraje, se necesita un período de transición para cambiar la conducta de consumo del animal.
Los microbios dentro del rumen del ganado con una dieta a base de forraje se componen principalmente de los más eficaces en descomponer las fibras del forraje. Sin embargo, los microbios dentro del rumen del ganado alimentado con granos son los adeptos a digerir almidón y metabolizar eficientemente el ácido láctico. Con la finalidad de evitar la acidosis ruminal cuando se cambia de fibra a grano, se requiere un período promedio de 4 semanas para una transición bacteriana eficiente.
El ganado que consume una dieta a base de forraje come hasta que el rumen está físicamente lleno. Por el contrario, el ganado con una dieta a base de granos solo debe consumir una cantidad limitada por alimento, permitiendo así tiempo para absorber los ácidos acumulados antes del siguiente alimento.
Sin una transición adecuada, que permita que los microbios ruminales y el comportamiento del animal cambien gradualmente, el ganado tendrá una acumulación excesiva de ácidos en el rumen, lo cual resulta en acidosis clínica o subclínica. El ganado que sufre de acidosis dejará de alimentarse hasta que la acidosis disminuya. Es probable que los animales con acidosis subclínica no muestren signos visuales, pero por lo general comerán menos, tendrán una reducción de la conversión alimenticia (CA) y menor ganancia de peso corporal.
La suplementación con levaduras probióticas de Actisaf® apoya la adaptación bacteriana del rumen a dietas altas en energía, lo que reduce el riesgo de acidosis ruminal. La suplementación con Actisaf® mejora la conversión alimenticia y ganancia diaria de peso en la fase de adaptación. En toda la finalización se observa el efecto de transferencia.
Los datos de 1,036 animales de engorde, suplementados con 5g de Actisaf®, 10g de Safmannan® y 0,2mg de Se/Kg de MS de Selsaf® durante 30 días en el período de recepción, mostraron la capacidad de Actisaf® de mejorar las condiciones del rumen y apoyar la fermentación de las bacterias ruminales. El resultado final es una mejor eficiencia alimenticia y mayor ganancia de peso, no solo durante el período de recepción, sino durante todo el período de finalización.