La clave de una vaca saludable es un buen sistema inmunitario. Un sistema inmunitario que funcione adecuadamente debe proteger a la vaca lechera contra una amplia variedad de patógenos. El sistema inmunitario utiliza una serie de mecanismos complejos para identificar y neutralizar los patógenos. Podemos identificar 2 vías diferentes de inmunidad: la inmunidad innata y la inmunidad adaptativa. La inmunidad innata se caracteriza por una respuesta rápida temprana a un desafío de patógenos, que puede suceder en segundos y funciona como la primera barrera contra la infección. El sistema inmunitario adaptativo tiene una respuesta retardada y puede tardar varios días en reaccionar. Tiene una respuesta más específica hacia patógenos infecciosos y funciona como una segunda línea de defensa.
A menudo el sistema inmunitario innato elimina un problema rápidamente, incluso sin señales de enfermedad en el animal. En los casos más graves, el animal reacciona desarrollando una inflamación, que es uno de los principales mecanismos de inmunidad innata, que funciona como medida defensiva contra una infección.
Inmunidad de las glándulas mamarias
La inflamación de la glándula mamaria, conocida como mastitis, es uno de los desafíos inmunitarios más comunes de infección por patógenos en vacas lecheras. Uno de los mejores indicadores para evaluar el riesgo de mastitis es el conteo de células somáticas (CCS). Una cifra alta de CCS en la leche a granel, superior a 200,000, indica mastitis subclínica. Cerca del 98 % de las células somáticas está compuesto de glóbulos blancos — leucocitos — que son células inmunitarias producidas por el sistema inmunitario de la vaca para contrarrestar la infección. El aumento de CCS en la leche se relaciona siempre con la infección de la glándula mamaria, la mastitis. Sin embargo, la mayoría de las vacas lecheras son inmunodeficientes, en particular alrededor del parto y la ubre es el órgano menos inmunocompetente debido a la intensiva producción de leche. Esto explica por qué la mastitis es por mucho la infección más común en vacas lecheras.
Sistema inmunitario alrededor del parto
Las vacas cercanas al parto están bajo mucho estrés y sufren una serie de cambios metabólicos y hormonales. Durante este período se alteran los sistemas inmunitarios innato y adaptativo, por lo que las vacas son más susceptibles a las enfermedades infecciosas. Esto explica por qué la mayor parte de las mastitis y metritis suceden durante los primeros días y semanas después del parto.
Durante el parto hay muchos factores que pueden desafiar el sistema inmunitario ya de por sí alterado, como la liberación de la placenta, la absorción de líquido fetal y la translocación de los LPS bacterianos tanto del útero como del intestino. Todos estos desafíos inmunitarios desencadenan una inflamación sistémica, a menudo sin señales claras de infección. Los datos de investigaciones muestran que dicha inflamación utiliza una gran cantidad de glucosa como fuente de energía y que puede llevar a un balance energético negativo y a la reducción de la producción de leche.
Mejoramiento del estado inmunitario de las vacas lecheras con Safmannan®
La suplementación de Safmannan® a vacas lecheras se relaciona con a una mejor salud intestinal y parámetros inmunitarios, lo que puede ayudar a reducir el CCS. Las investigaciones muestran que las vacas suplementadas con Safmannan® tienen una mayor población de células inductoras de respuesta inmunitaria, conocidas como linfocitos T cooperadores, que inician la respuesta inmunitaria. También tienen una población significativamente más alta de células inmunitarias cuando están en un desafío LPS relacionado con intestino permeable u otras infecciones bacterianas.
Los grupos de diferenciación CD4 y CD8 se refieren a células T, células inmunitarias del sistema inmunitario adaptativo que desempeñan un papel importante en iniciar y apoyar las respuestas inmunitaria innata y adaptativa.
Reducción del conteo de células somáticas en la leche con Safmannan® y Actisaf®
La suplementación de Safmannan® además de Actisaf® a vacas lecheras en lactancia bajo condiciones desafiantes, como el estrés por calor, puede ayudar a reducir el CCS en la leche.
Se ha demostrado que la suplementación de vacas lecheras con Actisaf® y Safmannan® durante la transición reduce significativamente la inflamación sistémica, facilita la adaptación energética y la producción de leche al inicio de la lactancia.
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