En el ambiente de producción en granja, la homeostasis de los animales acuáticos puede verse afectada por varios factores, tales como la calidad del agua, la densidad de población, la dieta, el estado sanitario, la contaminación y los contaminantes, etc. Dependiendo de la intensidad y la duración, las condiciones subóptimas pueden ocasionar estrés agudo o crónico. Entre los resultados negativos más destacados en animales estresados se incluyen el cambio de comportamiento, problemas de rendimiento zootécnico y reducción de la inmunidad.
Para afrontar el estrés, los animales despliegan mecanismos compensatorios para proteger la estabilidad fisiológica, lo que aumenta la demanda de energía y los recursos que necesitan para mantener las reacciones metabólicas y celulares. El estrés oxidativo se establece a nivel celular cuando se ve frustrada la capacidad del animal de contrarrestar oxidantes (radicales libres y especies reactivas). Es por eso que se puede provocar la oxidación de lípidos, proteína y biomoléculas celulares, como el ADN.
Las respuestas antioxidantes juegan un papel crucial en la prevención y mitigación del impacto del daño oxidativo. Las moléculas no enzimáticas o reacciones enzimáticas pueden llevar acabo dichas respuestas. El sistema de defensa antioxidante consiste básicamente en mecanismos de prevención radical, barrido de radicales y reparación de daño inducido por radicales.
La suplementación de nutrientes esenciales seleccionados además de los requerimientos nutricionales de animales acuáticos durante el estrés, ha demostrado ser una estrategia viable para mejorar el estado antioxidante. Entre los nutrientes importantes, el selenio ha ganado atención gracias a su papel importante con relación a las selenoenzimas como Gpx, tiorredoxina reductasa, etc.
Puede ser de gran importancia incluir una fuente orgánica de suplementación de selenio en la dieta en el alimento acuícola moderno, que cada vez contiene una menor cantidad de harina de pescado; especialmente para el estrés y dietas funcionales. Selsaf®, la cepa patentada de Saccharomyces cerevisiae (CNCM I-3399), es fuente de selenometionina y selenocisteína altamente biodisponible.
Selsaf® ha demostrado una asimilación superior comparado con las formas inorgánicas de selenio, al ser capaz de aumentar el selenio total y los niveles de selenometionina en la trucha arco iris, con un gran efecto evidente en los peces alimentados con una dieta vegetal.
La metabolización superior y almacenamiento de selenio que brinda la suplementación de Selsaf® tiene también un impacto positivo en el sistema antioxidante de la trucha arco iris ya que mejora la actividad Gpx selenodependiente en dietas vegetales y el estado oxidativo de los peces.
Actividad de glutatión peroxidasa selenodependiente (Se-GPX) en todo el cuerpo de la trucha arco iris (pmol NADPH oxidada/min por mg de proteína) (gráfico 1); proporción de GSH/GSSH en todo el cuerpo de la trucha arco iris y al final de la prueba de alimentación (gráfica 2)
Selsaf® puede mitigar los efectos adversos de los períodos medioambientales subóptimos en animales acuáticos, para mejorar su desempeño zootécnico. En un estudio llevado a cabo con camarones Litopenaeus vannamei en salinidad 50, el uso de Selsaf® junto con Safmannan®, mitigó el efecto perjudicial del estrés osmótico y la presión patogénica, lo que llevó a tasas de supervivencia significativamente superiores y mejoró los resultados zootécnicos y económicos.
Al manejar el estrés durante la producción y prevenir los eventos de estrés oxidativo, los productores pueden mejorar directa o indirectamente el estado de bienestar de los animales, lo que lleva a un mejor desempeño zootécnico, mejora la inmunidad y la resistencia y un probable aumento en la calidad y rendimiento del procesamiento del producto final.